En el kilómetro 12, de la línea férrea de Santa Bárbara a El Vigía se encuentra la Hacienda Bolívar, fundó esta hacienda Albino de J. Medina, en el año de 1893. Sembró primero 7 cuadras de caña en la época del terror, en que los hombres eran reclutados y llevados a Maracaibo, para cambiarlos por sal, o los mandaban a «temperar» a la hacienda La Verruga. Por ello los hombres de trabajo teníamos que vivir en el monte como los animales.
En San Carlos del Zulia, había para esta época una guarnición de 400 hombres, de los cuales se mandaban brigadas para ir a saquear las haciendas, los conucos y los sembrados. Una de estas brigadas fue enviada a la hacienda Bolívar. Arrasaron los platanales y cacaotales sembrados. Albino Medina, y su padre José María Medina, tuvieron que huir a los montes para que no les pusieran la mano. La tal brigada se vengó pegándoles fuego a los tablones de caña, llevando presa a la familia del padre y del hijo a Santa Bárbara, y no dejando en la hacienda ni los pollitos.
En 1896 continuaron padre e hijo en su intento. Albino Medina, sembró una tumba de 60 cuadras de maíz en el kilómetro 15 del ferrocarril, en lo que más tarde fue de Manuel Coniles. También en esta época, y al lado de la anterior, Pablo Güerere, y su sobrino Alberto, autor de esta obra, sembraron de maíz 15 cuadras de montaña, las cuales vendieron luego de estar sembradas. Medina recogió 600 fanegas de maíz, pero como las había
sembrado en sociedad con su suegro Jacobo de Castro, comenzaron a litigar y se las comieron los abogados.
En 1897, Medina, continuó sembrando caña. Tenía en su contra que no poseía agua suficiente y la larga distancia. El ferrocarril por el acarreo de los 12 kilómetros hasta Santa Bárbara, cobraba dos pesos y medio por fanega de maíz, teniendo que cargar y descargar la pieza.
Cuando Castro, asumió el poder, Medina, fue nombrado Gobernador del Distrito Colón. Montó entonces en la hacienda un trapiche de vapor de tipo horizontal, de tres mazas y cuchilla. Mientras fabricó papelón marchó mal, pero se dedicó a fabricar aguardiente y entonces la hacienda floreció.
Bolívar, llegó a ser el mejor ingenio azucarero del Distrito Colón. Producía además de plátanos, cacao, maíz, queso, ganado vacuno, cochinos, caballos y aguardiente. En esta hacienda fue instalado el segundo teléfono que existió en el Distrito.
Medina murió en 1926 mientras hacía un viaje a Maracaibo, a bordo del vapor Progreso. El ingenio quedó en pleno auge. Fue nombrado administrador su yerno Joaquín Sulbarán, quien le hizo perder gran parte de su valor. Luego se encargó de la administración el señor Moisés de Castro, quien lo despreció todavía más. Fue entonces vendido al señor Rodolfo Pineda, por la cantidad de seiscientos mil bolívares. Siendo éste propietario voló una de las tres calderas del ingenio y quedó en ruinas. Lo adquirieron luego los señores Joaquín Brillembourg, y Vitelio Bravo, quienes volvieron a darle vida.
Alberto Jesús Güerere











Las anécdotas escritas del doctor Rondon son auténticas fue medico de toda mi familia y en un tiempo de mi adolecencia me pagaba para que le Pescara marianas que según el era el pescado con mas vitaminas aprovechables para el ser humano cosa extraña para los pobladores puesto que en ese tiempo había abundancia de peces y era muy poco apreciada la mariana
Asi es mi amigo, el Dr. Rondón es un personaje inolvidable en la historia de esta region
Muy interesante todo lo escrito, así aprendemos más sobre nuestro hermoso pueblo.
Saludos hermana.
Nací en las manos del Dr Rondón, me salvó la vida porque la “comadrona” no pudo, ya que venía de pie! Me enseñaron a llamarlo “papá Rondón” su familia y la mía eran muy amigas! Lo quise tanto que fue mi padrino de Bodas, aunque no fue a buscarme a la casa, llegó tarde a la iglesia, una hora después! me llevó al Altar con unos lentes oscuros… recuerdo que, camino al Altar le pregunté: porqué Ud., llegó tarde? Su respuesta con su voz muy andina fue: “Pues, Ud., no se preocupe, se demoran los aviones, “contimas”nosotros!!!
Dios Todopoderoso lo tenga en la Gloria por todas las buenas obras que hizo con los enfermos y necesitados de nuestro pueblo!